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El día en que Adolfo Rodríguez Saá decidió su renuncia en Chapadmalal

“Hoy en Chapadmalal definen el futuro político y económico del país”, fue el título principal de la edición del 30 de diciembre de 2001 del diario LA CAPITAL.

Efectivamente, el presidente Adolfo Rodríguez Saá, quien había asumido siete días atrás, proyectaba reunirse con los gobernadores peronistas para definir los pasos a seguir. Pero sólo asistieron cinco de los catorce gobernadores del PJ convocados por el ex presidente.

En la entrada del complejo turístico de Mar del Pata unas 200 personas realizaron un cacerolazo.

En Chapadmalal debían definirse aspectos cruciales vinculados con la seguridad, la reestructuración del gabinete, las futuras elecciones y la situación económica, a la que se calificó como una “hoguera”.

“Me están dejando solo. Me voy a renunciar desde mi provincia”, lanzó Rodríguez Saá, mientras sus invitados palidecían. La reunión terminó de manera abrupta cuando el puntano se levantó de su silla, saludó a los gobernadores y les dijo que partía rumbo a San Luis.

Rodríguez Saá definió como una “traición” las ausencias de De la Sota, Reutemann y Kirchner.

En medio de la crisis económica y con poco respaldo político, Rodríguez Saá se fue de Chapadmalal tras la reunión y esa misma noche renunció en forma indeclinable. Pero no fue el único cimbronazo: luego del alejamiento del puntano, Ramón Puerta dimitió a la titularidad del Senado.

El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, quedó como presidente y anunció que convocaría a la Asamblea Legislativa en los días siguientes.

“Los lobos o los lobbies que andan sueltos no entendieron la esencia de los nuevos tiempos y pretenden mantener los privilegios de la vieja Argentina. No voy a ser el presidente de la continuidad de esa vieja Argentina ni de la represión al pueblo para sostener las posiciones de factores de poder, a los que muchos me incitan. No acepto esa infamia”, dijo Rodríguez Saá antes de anunciar su renuncia por televisión, a las 23.19.

Acompañado por algunos mandatarios de las provincias chicas y unos pocos ex colaboradores, Rodríguez Saá reveló: “Salvo los gobernadores peronistas de Formosa, Salta, San Luis, Buenos Aires, Misiones y La Rioja, los demás me quitaron el apoyo. Especialmente el de Córdoba (José Manuel de la Sota), que priorizó la interna partidaria a los intereses de la patria”.

Luego le entregó a su edecán la renuncia indeclinable estampada en un papel con membrete destinada a la Asamblea Legislativa. Ya le había comunicado su decisión al por entonces presidente del Senado.

“Rodríguez Saá renunció: otra vez sin gobierno”, fue el título principal de LA CAPITAL en el último día de un 2001 que quedó en la historia.

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